top of page

 

El “bueno”, el alto y…el cine.  (Parte I)     Por Jorge López Álvarez

 

 

 

 

 

Tomando como título esta analogía cinematográfica, comenzaré esta breve semblanza a lo largo de la cual intentaremos averiguar quién es quién.

Fue a comienzos del nuevo milenio cuando a través de mi amigo Nicasio Galán conocí a un espigado personaje, al principio parco en palabras, pero que luego se transformaría en alguien bastante divertido con el cual pasamos no pocos momentos de risas y estados más o menos prolongados de ebriedad, o sea, de cogorzas como un piano,  llamado Santiago Caraballo.

Este vasco-granadino poco a poco fue sentando las bases de una amistad bastante importante. Al principio nos unían motivos meramente festivos pero poco a poco conforme se iba desarrollando la amistad, nos dimos cuenta que nos unían otros tipos de razones dadas nuestras aptitudes intelectuales. Él desde un primer momento se mostró como alguien realmente interesado en el mundo del cine y yo , francamente, siempre me sentí atraído por el aspecto musical. Pero ahí fue precisamente donde encontramos uno de los primeros puntos en común y de conversación.

Sin embargo, no puedo olvidar que quizás fuera nuestra faceta teatral la que nos hiciera presentar un proyecto común bastante importante que no es otro que el de Jesucristo Superstar, en el cual ambos llevamos a cabo una importante labor actoral. Resultó este ser un proyecto bastante digno y sobre todo, que removió el ambiente cultural de nuestro pequeño pueblo.

No obstante, el aspecto que más llame la atención y que quizás vaya más acorde a este artículo se refiera a nuestra intensa colaboración cinematográfica, él en su papel de realizador, productor y director y yo principalmente como compositor musical y, también, como no decirlo, como actor en todas y cada una de sus películas realizadas en esta fase inicial, en mayor o menor medida.

Dichas películas fueron al fin y al cabo cuatro largometrajes, los cuales siempre comenzaron ideados como un "mediometraje" que simplificara las cosas, pero como él decía: “No puedo evitar que me salga un largo”.

Así nos embarcamos en esos cuatro proyectos más o menos ambiciosos según se iban desarrollando nuestras capacidades y según iban mejorando los medios técnicos proporcionados a nivel particular., Los frutos se veían directamente en la calidad de las películas realizadas.

 

DSC02319_edited.jpg
Si tu amor trajera su muerte_Poster.jpg

Mi principal papel fue el de compositor musical, para lo cual, no sé si para bien o para mal, él me proporcionaba la idea general, lo que él pretendía conseguir con su película , las sensaciones, que quería transmitir y las ideas que intentaba que el público captase y yo a nivel musical pues intentaba también plasmar dichas ideas. Luego, él una vez realizada su audición correspondiente se trataba de realizar una selección de los cortes donde mejor podían ir, las escenas que mejor cuadraban lo cual era una trabajo de montaje muy importante en el cual, Nicasio Galán participaría de una forma activa y muy intensa.

La primera de ellas, “...si tu amor trajera su muerte” fue nuestro debut, él como director y yo como compositor. Resultó una aventura bastante excitante con el que descubrimos de una forma totalmente espontánea y natural  el mundo de la producción cinematográfica.

Esta película también significó mi debut como actor en ese papel llamado Pedro “El Calao”, y cuyo criterio de selección resulto ser “Venga, tú mismo”. Papel breve pero intenso con el cual empecé a lucir mis discretas aptitudes como actor.

Primer cartel de 2009 
est 1.jpg
est 2.jpg
2ª noche de estreno, 31/01/2009 ...si tu amor trajera su muerte

© 2018 Santiago Caraballo Barrios. 

bottom of page